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THE GLADIATOR’S HAT cautivó a todos con un triunfo enorme en el Dardo Rocha

Por Diego H. Mitagstein

The Gladiator’s Hat no llegaba al Gran Premio Dardo Rocha (G1-2400 m, arena normal) como uno de los candidatos. Sin embargo, a la hora de la verdad, terminó ganando la carrera más importante del año en el Hipódromo de La Plata como si se tratara de un favorito de $ 1,10.

Cautivante al máximo resultó la gestión que le permitió al caballo del Stud-Haras El Angel de Venecia conseguir un triunfo consagratorio, un mojón en la historia del éxitos emprendimiento de Carlos Felice y el disco de G1 número 100 para Carlos D. Etchechoury, su entrenador, que redondeó el 1-2, con Don Champagne (Long Island Sound), el otro de sus créditos en los partidores, arribando como escolta.

Fue el cierre perfecto para un día en el que el querido escenario de los eucaliptos disfrutó de tribunas colmadas (se calcularon unos 18.000 espectadores), de ese ambiente festivo tan característico de los 19 de noviembre, con una gama de clásicos imperdible y variada, y muchas de las grandes figuras de la hípica nacional -equinas y humanas- dando el presente.

En la pista hubo un dominador absoluto, un caballo que, al menos esta vez, estuvo en una dimensión diferente al resto. Galopador incansable, a sus 5 años, The Gladiator’s Hat tocó el cielo burrero con las manos, aportando varios datos que convirtieron el resultado en una anécdota inolvidable para su gente.

Como primera medida, El Angel de Venecia celebró un G1, un Rocha, con un hijo de un padrillo propio: Hat Ninja (Hat Trick), una enorme revelación y por el que este año se volvió a apostar fuerte, uniéndose con el Haras La Providencia, hacia donde se mudó para continuar sus funciones, después de un período en tierras cordobesas, donde recaló por cuestiones de mercado.

También se dio que The Gladiator’s Hat fue uno de los protagonistas del peor momento y del mejor momento de la temporada para la divisa roja y amarilla, heredera de Keyser Soze. Ocurre que el zaino fue aquel que dio positivo de lasix tras ganar el Handicap Jorge H. Iglesias, por un error interno que se admitió.

Por ese caso, muchos sometieron a Carlos D. Etchechoury a un escarnio general innecesario e inmerecido. Fue Dany el primero en hacerse cargo y aceptar lo que pasó, y el reglamento se encargó del resto. Tiene bronca todavía el cuidador, por lo que pasó y por lo que se dijo, aunque que ya vayan 100 G1 con su nombre (y algunos varios más cuando sus ejemplares fueron presentados por suplentes) es un dato que elimina cualquier suspicacia. 

The Gladiator’s Hat vino de menor a mayor, avanzó imparable en el codo y en la recta ofreció un show de altura, desprendiéndose de sus 19 rivales como si se tratara de perdedores. Con Eduardo Ortega Pavón en sus riendas, le terminó ganando por 7 cuerpos a Don Champagne, con Endor Rye (Endorsement) corriendo otra vez bárbaro para clausurar la trifecta a 1 1/2 largo más, todo en una marca de 2m30s37/100.

Sono Perfetto (Tetaze) fue valiente cuarto corriendo al frente y en su primer cruce con los mayores, mientras que las decepciones corrieron por cuenta de Treasure Island (Treasure Beach) y Cuan Chef (Daddy Long Legs), el defensor del título y el Derby Winner. Los más jugados, fueron séptimo y décimo cuarto, respectivamente.

El Dardo Rocha reveló el nombre de The Gladiator’s Hat, con el que ahora, seguramente, habrá sueños de Carlos Pellegrini, una carrera que le sienta bien a El Angel de Venecia y a Carlos D. Etchechoury. La charada, va gratis.