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El Kodigo arrasó en las Distinciones Carlos Pellegrini y fue elegido como Caballo del Año

Por Diego Mitagstein . Turf Diario.- La 46ta. edición de las Distinciones Carlos Pellegrini tuvieron como gran protagonista a El Kodigo, elegido como Caballo del Año, Campeón Caballo Adulto y Campeón Fondista, pero también principal responsable en la consagración de I’m Moving On (Not for Sale) como Madre del Año y de Juan Antonio como Caballeriza del Año.

Ganador en la temporada 2024 de los grandes premios República Argentina (G1), General San Martín (G1) y Copa de Oro (G1), además de los clásicos General Belgrano (G2) y Vicente L. Casares (G2), también fue en el Clásico Comparación (G2) y en el Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini (G1), en una campaña formidable y que encontró un muy justo reconocimiento.Por la estatuilla más valiosa de todas, el hijo del enorme Equal Stripes superó a Intense for Me (Fortify), su vencedor en la gran final, y a Labrado (Le Blues). El primero se quedó con las manos vacías, pero este último fue otro gran centro de atención al alcanzar el hecho histórico de ser elegido como Campeón Velocista por tercer año consecutivo.
Titular de los grandes premios Ciudad de Buenos Aires (G1), Estrellas Sprint (G1) y Maipú (G1), y del Clásico Paraguay (G3), fue además escolta en los grandes premios Suipacha (G1) y Félix de Alzaga Unzué (G1). Casi la perfección.
En una decisión que llamó poderosamente la atención, Brienne Trigger (Cosmic Trigger) dejó atrás en la votación a Nanabush (Il Campione), para llevarse la estatuilla como Campeón Yegua Adulta, pero el resultado fue inverso a la hora de valorar a la Yegua del Año, con la reservada de Santa Inés consagrándose por sobre la representante del Stud Las Canarias. Hay momentos en que los Pellegrini son desconcertantes.

Las Estrellas fueron un factor determinante en la elección de los campeones de 2 años, con Quita Rim (Remote) graduándose entre las potrancas y Colifato Novo (Lenovo haciendo lo propio en la categoría para potrillos. Si de 3 años se habla, la invicta Inconmensurable (Cosmic Trigger) fue la dominadora entre las hembras y Cuan Chef (Daddy Long Legs) entre los machos. La primera ganó debutando el Clásico Francisco J. Beazley (G2) y luego refrendó su clase llevándose el Gran Premio Selección (G1); el alazán criado por el Haras Pozo de Luna, en tanto, conquistó el Gran Premio Nacional (G1).

Entre los milleros, haber ganado el Joaquín S. de Anchorena (G1) le permitió a El Que Sabe (Il Campione) ser elegido campeón por sobre Nanabush (Il Campione, cuya campaña a lo largo de la temporada fue infinitamente mejor.

Si de profesionales se habla, Francisco Leandro fue Jockey del Año por octava ocasión, séptima consecutiva, y el prometedor Lucas González se quedó con la estatuilla como Jockey Aprendiz del Año. Por su parte, Nicolás Martín Ferro fue elegido por primera vez en su carrera como Entrenador del Año.

Las estadísticas definen muchos rubros, sobre todo en el ámbito de la cría. Por tercer año seguido Il Campione (Scat Daddy) fue Padrillo del Año, y por quinto al hilo Orpen (Lure) fue elegido como Abuelo Materno del Año. En tanto, el Haras El Paraíso llegó al triplete seguido como Criador del Año.

Durante la velada, que tuvo como escenario el cuarto piso de la Tribuna Oficial del Hipódromo de San Isidro, se entregaron también varias menciones especiales. Juan Carlos Noriega y Roberto Mariano Bullrich recibieron sendos reconocimientos por sus trayectorias gigantes, mientras que también se recordó a Subsanador (Fortify), Full Serrano (Full Mast), Didia (Orpen) y Ever Daddy (Daddy Long Legs) por las valiosas conquistas internacionales de las que fueron protagonistas. 

Un momento emotivo se disfrutó con el premio para Adrián R. Rivero por su labor en el stud de Nicolás Martín Ferro, mientras que la Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera y el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de Buenos Aires también merecieron menciones.

Finalmente, Juan Villar Urquiza, Presidente del Jockey Club Argentino, indicó a Full Serrano como destinatario del Pellegrini del Año, gracias a su inolvidable y muy difícil de igualar victoria en el Breeders’ Cup Dirt Mile (G1) de noviembre último en Del Mar. La decisión de galardonar al caballo criado por el Haras Gran Muñeca fue, sin duda alguna, sumamente acertada.