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LÁGRIMAS DE ALEGRÍA

Foto: Jay Moran/Eclipse Sportswire

El mundo de las carreras de caballos es apasionante porque nada está escrito. Prueba de ello fue el resultado del Belmont Stakes, tercer paso de la Triple Corona Norteamericana y que en esta ocasión tuvo como ganador a ARCANGELO.

Avalado por un pedigree de lujo, el tordillo nacido y criado en la operación que la organización chilena Haras Don Alberto posee en Kentucky, tuvo que sortear detalles de salud que hicieron que pasara por debajo de la mesa en las ventas, siendo adquirido por $35.000.

Solo con la confianza de su propietario Jon Ebbert y de su entrenadora Jena Antonucci junto a su equipo de cuadra compuesto por Katie Miranda, Fiona Goodwin y Teona Rodriguez, pudieron llevarlo a Belmont Park, no sin antes haber debutado con victoria en pruebas selectivas al imponerse en el Peter Pan Stakes Gr.2 con Javier José Castellano, tras iniciar su campaña en Gulfstream Park, donde por primera vez visitó en círculo de ganadores.

Así se presentaron en el Test de los Campeones, con la ilusión de que todo el trabajo realizado valiera la pena.

Con un pase de baranda providencial por parte de Javier Castellano, Jena pudo casi desgarrar su garganta en los metros finales, cayendo desplomada de la alegría al ver como pasaba a la historia como la primera entrenadora en lograr esta carrera tan importante. Así mismo, Castellano emulaba su heroica del Kentucky Derby a principios de mayo, logrando por fin, ganar el Belmont Stakes.

El azul y blanco que inundó las instalaciones de Belmont Park con motivo del 50 Aniversario del apoteósico triunfo de Secretariat, coincidieron con los lucidos en la gualdrapa con el número 3 de Arcangelo.

«Si no puedes conseguir un lugar en la mesa, haz tu propia mesa», fue la frase lapidaria que esgrimió Jena, presa del éxtasis por la victoria.

Javier dedicó la victoria a su padre, esa que le faltaba para completar su particular Triple Corona, mientras Jena rompía a llorar con LÁGRIMAS DE ALEGRÍA.

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