La uruguaya GIRONA FEVER se siente como en casa en Palermo donde está invicta
Por Gustavo González.- gustsgonzalezturf.blogspot.com.- El propietario de la notable velocista aseguró que la pista de Palermo le gusta más que la de Maroñas, tras su victoria en el Clásico Venezuela (G 2), que se suma a la del Ciudad de Buenos Aires (G 1), donde venció a Labrado en mayo y anunció que no correrá el Maipú (G 1) el mes que viene; Che Maga fue su escolta a un cuerpo y medio
La fe de los uruguayos tuvo este año dos muestras en las carreras como para que esa mezcla de admiración y deseos de competir con los caballos argentinos siga sumando capítulos como el de Girona Fever (Texas Fever) en el Clásico Venezuela (G 2-1000 m), en Palermo, donde está invicta en dos brillantes actuaciones. En la primera, le ganó al mejor velocista de esta orilla, Labrado (Les Blues), en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G 1). En la segunda, ayer, venció por un cuerpo y medio a Che Maga (Violence). La otra muestra fue de otra yegua, Demi Moore (Agnes Gold), ganadora del Clásico Partícula (G 2).
Sólo la cabeza había establecido Girona Fever sobre Labrado, tras una problemática suelta y, esta vez, Che Maga salió un poco a la derecha y ambas yeguas se rozaron apenas. Fue el momento que más cerca de Girona Fever estuvo la defensora de Chemecó. La yegua uruguaya fue líder desde ahí hasta el disco, que cruzó sin ser exigida en el cierre. La pregunta de todos para los allegados al stud Uruimporta, en la zona de la premiación, fue sobre si la campeona oriental estará en el Gran Premio Maipú (G 1-1000 m), el 11 del mes próximo, la jornada del Nacional (G 1).
“Venimos por la gloria”, explica Luis Herrera, propietario de Girona Fever, respecto de aquello de cruzar el charco para competir. “A ella le encanta esta cancha; en Maroñas tropieza, porque es una arena más suelta”. Una pena, entonces que no esté en el Maipú, como anuncia Herrera. “Lo que pasa es que estuvo cinco meses sin competir –volvió el 1 de este mes con un triunfo en el escenario de Montevideo- y reapareció con 6 o 7 puntos; acá llegó con 8 o 9.
“Federico Piriz [el jockey] decía que la veía mejor que el 1° de mayo, más contenta”. Otro Federico, Spangerberg interrumpe el diálogo con el cronista como tantos otros. El gerente de Palermo pidió disculpas por eso y el propietario aprovechó para agradecerle por lo bien que lo atendieron y resaltar que la yegua estuvo en el mismo box que en mayo.
“Le teníamos mucha confianza a Girona”, continúa Herrera. “El jockey la sintió más cómoda, más suelta, más contenta. Correr en Palermo frente a Labrado o a Che Maga significa el nivel máximo y hay que estar 10 u 11 puntos. La única duda era ese lapso sin correr”. Hubo una operación quirúrgica en la garganta y luego un desgarro que la tuvieron inactiva después de ganar el Ciudad de Buenos Aires (G 1).
Piriz, en tanto, aseguró: “La yegua fue mejorando y aunque no estaba 10 puntos como siempre le alcanzó para llegar bien. Acá se transformó”. Sobre la carrera, explicó que se dio como la esperaba. “Largó bien; la idea era evitar contratiempos, vigilar dónde venía la rival –Che Maga- y de los 200 al disco que ganara la mejor”. Piriz cuenta que los cañones apuntan ahora al Gran Premio Maroñas (G 2-1000 m) en la máxima reunión de Maroñas, el 6 de enero. “Si lo gana, sería la tercera vez, algo histórico”, completa el jinete de 37 años, nacido en Maldonado.
Piriz, que pidió si se le conseguía un ejemplar de Palermo Rosa, en cuya tapa está Girona Fever ganando con su conducción el Grupo 1 de mayo, y Herrera, reflejan el orgullo que sienten por ganar clásicos en la Argentina. Y el dueño de Girona Fever agrega: “Salir en la tapa de Revista Palermo es un recuerdo para siempre”.