DON FERES gana el presidencial y pone rumbo al Pellegrini
Don Feres superó el reto de ir a los 2.400m y ganó el Presidente de la República (G2)
Por Néstor Obregón.- El campeón del césped en 2023, Don Feres (Singe The Turf) siguió sumando medallas de oro a su destacado palmarés y alcanzó el cuarto triunfo consecutivo en carreras de Grupo, al imponerse este domingo en el tradicional Clásico Presidente de la República (G2-2.400mC). Era la confirmación de que el tordillo sigue siendo el mejor del óvalo verde en Monterrico, al margen de que sean carreras de dos kilómetros o de milla y media, como le tocó esta vez.
De hecho, el principal escollo que Don Feres tenía en esta ocasión era probar que podía llegar bien a la distancia, a la que iba por primera vez. No solo debía dejar constancia que tenía la estamina suficiente para sortear el salto de 400 metros más en relación a su carrera anterior, sino que tenía que hacerlo dentro de un desarrollo que más jugaba en contra que a su favor.
Pero allí estaba Carlos Trujillo, su inseparable conductor, para plantear las cosas con inteligencia y sensatez. Sabiendo que adelante la carrera se iba a ser lenta, con Schiller Moon (Singe The Turf) tratando de falsear el tren, puso al tordillo en el tercer puesto, siendo superado por el otro moro, Storm Rufino (USA, Goldencents), que también buscó ser protagonista desde el inicio.
Es más, Miguel Vilcarima, jinete de este último, también usó sus recursos para hacer correr a su conducido tempranamente, quitándole el control a Schiller Moon en plena recta de subida, para hacer el desarrollo que mejor le convenía. De esta manera, se la estaba jugando a que Don Feres no pudiera capitalizar ningún desarrollo y llegar con más posibilidades a una eventual definición entre ellos.
Pero Trujillo también respondió la movida en el tablero con otra jugada de ajedrecista. Aceleró con Don Feres en los 1.200 finales, obligando a que los punteros corrieran un poco más rápido y el tren tomara más ritmo, luego de un tercer parcial de 29s49. Schiller Moon cayó en el juego y fue a buscar a Storm Rufino, pero Vilcarima no cayó en la trampa y siguió en su paso, tratando de esperar la recta final.
Trujillo, luego del primer ataque, bajó los decibeles con Don Feres y le dio el respiro para atacar. El tordillo entendió que había que tomarse una pausa y ayudó con esa docilidad que lo hacen un caballo especial. Cuando su conductor lo sacó para afuera y lo lanzó nuevamente sobre los punteros, su cambio de velocidad, su aceleración, su impresionante. En tres saltos se puso a la par de los punteros y la tribuna se paró para ver el espectáculo.
Storm Rufino trató de desengañar a sus oponentes entrando a la recta, pero fue en vano. La carga poderosa del hijo de Singe The Turf fue incontrolable, que liquidó todo sin dar chance a ninguna reacción. Sacó casi dos cuerpos de separación sobre su oponente, que dio valiente batalla, pero terminó reconociendo la superioridad del campeón que fue placé en el GPI Latinoamericano (G1) del 2023.
Ulpiano (Singe The Turf) se metió por los palos, aunque sin un desarrollo totalmente ideal que alimentara su atropellada. Schiller Moon cerró la marcha.
RESULTADO OFICIAL
Don Feres pasó con alta nota la prueba de ir a la milla y media, mantiene su invicto en el césped esta temporada (3 victorias de G2 y una de G3 sobre cuatro actuaciones). Ahora hace crecer la ilusión de verlo ser gran representante en el GPI Carlos Pellegrini (G1-2.400mC) del próximo 14 de diciembre en el Hipódromo de San Isidro en Buenos Aires, Argentina, carrera que abre las clasificatorias a la Breeder’s Cup 2025 mediante el sistema Win & You’re In.
Los siguientes días serán importantes para ello. Los costos de traslado y la logística empezarán a jugar para que se tome la decisión de alistarlo con miras a la carrera de que tendrá una bolsa de US$ 220 mil dólares (aproximadamente), con el 50% destinado al ganador.
Es el momento de Don Feres, el mejor pastero aparecido en los últimos años en la hípica nacional, con un poder de recuperación increíble, con una capacidad para ganar carreras desde los 1.600 a los 2.400 metros y con una aceleración que solo pocos caballos pueden exhibir.
Foto: José Luís De La Cruz.