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LATINO 2023: “Los caballos argentinos son bravos”, opina el brasilero Fabricio Buffolo, propietario de DOUTOR SUREÑO

Veterinario, ex Darley y actual agente en Lexington, Kentucky, Fabricio es una palabra más que autorizada para describir al ganador del GP São Paulo y duro contendiente en el Latinoamericano, que pertenece a su padre y su tío, titulares en la Argentina del Stud Nosotros

Nota cortesía de Turf Class. La cartilla marca que Doutor Sureño viene de ganar el Grande Premio Matias Machline – A.B.C.P.C.C (G 1-2000 m), la Copa de la Associação Brasileira de Criadores e Proprietários do Cavalo de Corrida; y que antes se impuso en un Listado de 2000 m, dos conquistas que lo promocionan para el Latinoamericano (G 1-2000 m), del sábado próximo en San Isidro.

Sin embargo, la victoria más importante de este hijo de Agnes Gold, de 5 años, fue en el Grande Premio São Paulo (G 1-2400 m), en mayo; en mayor distancia, claro, pero al fin y al cabo la prueba emblématica del hipódromo de Cidade Jardim, donde desarrolló casi exclusivamente su campaña. En la última actuación, Doutor Sureño bajó a los 2 km con la mira en la carrera subcontinental y aunque ganó sólo por media cabeza dejó en claro su clase y su garra.

“Está bien para la distancia, pero la carrera es dura”, dice Fabricio Buffolo, que está de visita para asistir al Latino, porque trabaja en Kentucky como agente de compra-venta tras su exitoso paso por Darley, la estación de montas del jeque Mohammed de Dubai, cercana a Lexington. La familia de Fabricio es dueña de Haras Moema, al que pertenece Doutor Sureño. Enio y Ernani, padre y tío de Fabricio, son los propietarios y aquí los conocemos porque tienen sus colores con otros amigos con el stud Nosotros, que maneja Enrique Martín Ferro. Chaquetilla ganadora gracias a Nicholas, Il Albergo, Vagabundo Inc, Cosquín Rock, Eze Catcher, Vivencial…

“Los argentinos son bravos, no viajaron, corren en casa…”, opina Fabricio, mientras su colega del stud brasileño le suministra suero al zaino para hidratarlo, horas después de arribar al Campo 2. El viaje fue largo porque trasladaron a los caballos de San Pablo –el otro es Callejero- en avión a Montevideo y desde allí se cargó a los uruguayos. “Callejero fue a la balanza al llegar y se comprobó que no había perdido muchos kilos”, cuenta Buffolo sobre el ejemplar que se encuentra en el box al lado del de Doutor Sureño.

Después, la charla deriva en Agnes Gold. Era inevitable. Fabricio sabe perfectamente lo que ha hecho aquí RdI y comprobó en Keeneland, por caso, el fenómeno que fue Ivar, que ahora es padrillo del haras y stud que manejan Beto Figueiredo y, en la Argentina, Paulo Borges. Contra lo que podía suponerse, Buffolo tiene “muy pocos” clientes brasileños en los Estados Unidos porque se aplica un impuesto que equivale al 50% del valor de cada caballo y los premios sólo ahora están mejorando.

Los profesionales de los caballos extranjeros para el Latinoamericano respetan mucho a los argentinos, por lo menos así lo hacen saber. Irwin (Seek Again) y Natan (Señor Candy), en ese orden, encabezan las prevenciones en el bunker de los visitantes. Pero lo cierto es que caballos como Doutor Sureño son competidores que sostienen las esperanzas.

 

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